Free counter and web stats


Croacia (VII): Sibenik y Zadar

Ya que ayer nos quedamos sin ver la catedral, hemos decidido no irnos de Trogir sin hacer una última escapada turística. A primera hora, con las maletas ya metidas en el coche, hemos vuelto de nuevo sobre nuestros pasos de anoche para visitar la Catedral de San Lorenzo. Lo más impresionante de la catedral es la portada, construida por el maestro Radovan.

Además, hemos subido al campanario, desde el que se veían unas bonitas vistas de Trogir, divisándose incluso Split en la lontananza.

Desde las alturas intermedias de la subida al campanario, hemos podido ver de nuevo la plaza que tanto nos había gustado ayer, esta vez a plena luz del día.

Tanto nos gusta Trogir que hemos dado otro paseo, para no perdernos maravillas como la parte trasera de la catedral.

Y pasar por los últimos rincones de esta mágica ciudad.

Con pena nos hemos despedido de Trogir, pero el viaje tiene que continuar. Así que hemos cogido el coche y en un rato nos hemos plantado en Sibenik.Tras entrar con facilidad y aparcar en un parking, hemos ido andando hasta el centro de la ciudad de nacimiento de Drazen Petrovic (aunque lo he buscado, no he visto ninguna referencia al genio croata del baloncesto).

El primer edificio que hemos visto ha sido la iglesia de Gospe Van Grada, la cual nos hemos encontrado de camino al centro.

A su lado hay un pequeño parque en el que las estrellas son unas tortugas que se han adueñado de una roca cubierta de musgo y hacen detenerse a contemplarlas a cualquiera que pase por allí.

Seguimos nuestro camino andando por la calle Kralja Tomislava, hasta que llegamos a la Catedral de Santiago. Aquí también se rodaron escenas de Juego de Tronos, como se puede apreciar en las fotos.

Pero, independientemente de su participación en la serie de la cadena HBO, esta catedral es un magnífico edificio declarado Patrimonio de la Humanidad. El maestro constructor principal fue Juraj Dalmatinac, y es la única catedral europea construida enteramente de piedra, sin elementos estructurales de madera u otros materiales. Para entrar en ella, Mery ha tenido que ponerse un pañuelo para taparse las piernas y los hombros.

Una vez vista la catedral, hemos dado una vuelta por el paseo marítimo, que no nos ha impresionado tanto como por ejemplo el de Trogir, y nos hemos ido al coche. Nos hubiera gustado haber tenido más tiempo para visitar esta ciudad, pero la planificación del día nos obligaba a poner rumbo a Zadar.

Llegamos a Zadar sin contratiempos. Al entrar al edificio donde tenemos el apartamento comprobamos que allí no había nadie. Hemos tenido que llamar al dueño por teléfono. Nos ha dicho que se acercaría en 15 minutos y así ha sido, un cuarto de hora más tarde ya habíamos tomado posesión del apartamento y el hombre, amablemente, se ha ofrecido a acompañarme para que pudiera dejar el coche en una zona gratuita por la noche, lo cual es de agradecer en el centro de Zadar. Hemos sacado el coche de donde lo teníamos (un parking que se cobraba por horas) y lo hemos llevado a donde él tenía su coche. Según me ha contado, esa zona solo la conocen los residentes. Además, por el camino hemos estado hablando de fútbol, puesto que él es admirador de Luka Modric, nacido en Zadar.

Ya establecidos, hemos salido a dar una vuelta. La verdad es que la ubicación del apartamento es perfecta, estamos a 2 minutos andando de la zona monumental. Lo primero que hemos visitado ha sido la iglesia de San Donato. Este edificio prerrománico, de curiosa planta circular, me ha parecido realmente bonito. Ya no funciona como iglesia, pero su interior mantiene una gran paz. 

Al salir de la iglesia, continuamos dando una vuelta por la zona, donde estaba en tiempos pasados el foro romano. Junto a San Donato, lo que más destaca es la catedral de Santa Anastasia, con su torre elevándose por encima de los edificios vecinos.

Hemos visto el exterior de la iglesia de Santa María, puesto que en ese momento se encontraba cerrada. Aunque hemos dicho que luego visitaríamos el interior, lo cierto es que nos hemos acabado yéndonos de la plaza sin entrar en ella.

También hemos estado dando una vuelta por los restos que quedan del foro. La verdad es que es sorprendente que se pueda pasear entre estos restos sin ninguna restricción (lo que provoca que a menudo los niños se suban encima de ellos). Supongo que las piezas más valiosas se encuentran a buen recaudo en el cercano Museo Arqueológico.

Hemos intentado entrar en la Catedral, pero un vigilante nos indica gesticulando que la vestimenta de Mery no era la adecuada. Curiosamente, la entrada a esta catedral es gratuita: parece que en los recintos religiosos en los que se paga entrada, estas normas de vestimenta se relajan bastante. Así que he entrado yo solo a echar un vistazo rápido, ya que esta catedral tampoco es demasiado impresionante.

Continuamos nuestro paseo por la calle principal, que está llena de edificios orientados al turismo, como pizzerías, heladerías, etc, hasta que llegamos a la Plaza del Pueblo (Narodni Trg). En ella se encuentra el edificio de la guardia municipal, con su torre del reloj.

Siguiendo por la calle que traíamos desde el foro, llegamos a la iglesia de San Simeón. Se encontraba cerrada, por lo que solo hemos podido ver la fachada.

Estábamos llegando al extremo oriental de la península en la que se encuentra el casco antiguo de Zadar. Allí se encuentra la plaza de los 5 pozos.

Nos hemos hecho fotos en alguno de ellos, aunque en la lente de la cámara había aparecido una pequeña mancha que nos ha obligado a detenernos un rato para limpiarla.

Para iniciar el camino de vuelta hacia el extremo occidental, cruzamos la Puerta de Tierra.

Hemos ido dando un paseo por la Riva hasta llegar a la zona donde se encuentran el Órgano Marino y el Saludo al Sol. El primero de ellos es un objeto arquitectónico compuesto por unos escalones de mármol con unos agujeros y unos tubos interiores, que produce sonidos según recibe el viento, en forma de melodías.

La zona es ideal para detenerse un rato, hipnotizados por el sonido del Órgano y las vistas del atardecer (según los lugareños es uno de los mejores atardeceres del mundo, y yo ni puedo ni quiero quitarles la razón).

Así pues, hemos despedido el día con estas magníficas vistas, acompañados de una cerveza que he comprado en una terraza cercana (pero que he preferido beberme en los escalones del Órgano).

En cuanto al Saludo al Sol, se trata de unas placas de vidrio colocadas en la superficie del suelo, y que se iluminan durante la noche. Puesto que aún no era noche cerrada, no se aprecia del todo la iluminación, pero basta decir que la zona estaba llena de gente.

Hemos vuelto a la zona del Foro y hemos comprado unos trozos de pizza al taglio, con los que retornamos a la zona de San Donato para comerlos allí, sentados en un pollete.

Después, hemos comprado unos helados para terminar de redondear la cena, haciendo honor al pasado de la ciudad, que fue italiana hasta 1947, con el nombre de Zara.

Y de ahí nos hemos vuelto al apartamento. En resumen, nos ha gustado mucho el rato que hemos pasado en Zadar. Es una ciudad pequeña pero que merece mucho la pena, muy agradable y con los monumentos principales concentrados en una zona fácilmente abarcable a pie.

0 Response to "Croacia (VII): Sibenik y Zadar"

Publicar un comentario