Viajes de la parejita

En este verano de 2015 hemos decidido ir a Croacia, arrancando con un vuelo a Dubrovnik, para ir subiendo por la orilla del Adriático y llegar hasta Zagreb, para terminar el viaje retornando a Dubrovnik a través de Bosnia.

El avión en el aeropuerto de Barajas ha sufrido un retraso porque el tractor que lo tenía que arrastrar estaba averiado. Finalmente han sido 10 minutos y se han recuperado durante el viaje, llegando a Dubrovnik puntualmente.

Hemos cogido un autobús desde Catvat (la ciudad donde está el aeropuerto) a Dubrovnik. Las vistas por la carretera son muy bonitas.

El autobús nos ha dejado en la zona de la Puerta de Pile. Nuestro apartamento está muy cerca; hemos dejado las maletas y, tras un rato de disfrutar del aire acondicionado, hemos salido a comprar provisiones a un supermercado Konzum que está cerca del apartamento.

Tras dejar la compra en la habitación, hemos ido a dar un paseo. Hemos entrado en el casco antiguo por la Puerta de Pile y, tras dar una vuelta a la Fuente de Onofrio, hemos continuado por la calle Placa, la principal de la ciudad amurallada.

Hemos llegado a la columna de Orlando y la iglesia de San Blas. En ese momento había una banda de música amenizando el ambiente del lugar tocando canciones actuales, como por ejemplo el "happy" de Pharrel Williams.

Al lado de la plaza en la que está la iglesia se encuentra la pequeña fuente de Onofrio.

Hemos cruzado por debajo de la Torre del Reloj hasta la zona portuaria, donde nos hemos asomado al puerto viejo de Dubrovnik. Tras haberlo visto en numerosas fotos aéreas, resulta curioso verlo desde esa otra perspectiva.

Sin abandonar la zona, hemos buscado un sitio para cenar, eligiendo finalmente el restaurante Poklisar. Hemos pedido una ensalada de pulpo para compartir; yo he elegido un plato de mejillones mientras Mery se ha decantado por una ración de calamares a la plancha. Todo muy rico y abundante: nos ha gustado la cena (hay que tener en cuenta que llevábamos sin comer desde el desayuno).

Después de cenar hemos dado otra vuelta por el casco antiguo y hemos aprovechado para comer un par de heladitos, que aquí en Croacia tienen buena fama debido a la influencia italiana.

Al volver al apartamento hemos comprobado con desilusión que la botella de agua que habíamos dejado en el frigorífico común nos ha desaparecido. Pero bueno, quitando ese incidente, hemos pasado un primer día positivo, La primera impresión de Dubrovnik ha sido buena, es una ciudad muy agradable y limpia. También es verdad que el calor ha sido por momentos agobiante (la fuente de Onofrio creo que va a ser un punto muy visitado en próximos días) pero era algo con lo que ya contábamos.