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Santa Pola

Dentro de nuestras vacaciones de verano en Alicante, hoy tocaba excursión a Santa Pola.

Tras darnos un baño en la playa por la mañana, llegamos a la ciudad a la hora de comer, así que lo primero que hacemos es dirigirnos al restaurante Batiste, entre el club náutico y la playa de Santa Pola.


Pedimos de entrante unas gambas rojas, de plato principal una paella y de postre filloa.


Lo primero que visitamos después de comer es el castillo-fortaleza. En su interior están preparando un concierto, así que la explanada central está llena de sillas.


Dando un paseo nos acercamos a la ermita del Calvario, de inspiración árabe. Se accede a ella subiendo por unas escaleras en zigzag. Se encuentra justo a la entrada del barrio del Calvario, creado a mediados del siglo XX con las familias a las que trasladaron desde el castillo.


La ermita se encuentra cerrada cuando llegamos, pero en la puerta principal hay una ventana a través de la que se puede ver su interior.

Bajamos del barrio del Calvario y pasamos por el mercado central, bonito edificio con el rótulo de "Plaza de Abastos" en su parte superior.


Nuestra siguiente parada es el parque El Palmeral. La explicación de su nombre es bastante obvia viendo las fotos.


Dentro del parque se encuentra la villa romana El Palmeral, 


La villa constituye un resto arqueológico que se puede ver desde su parte exterior.


Nuestra siguiente parada es el Parque Natural de las Salinas de Santa Pola. Paramos en la cercanía de las dunas de Pinet. Tras dar un pequeño paseo se divisan las balsas salinas.


El sol está cayendo, así que terminamos de hacer unas fotos para intentar llegar a la Torre del Tamarit para ver la puesta de sol desde allí.


Antes de abandonar el Parque Natural fotografiamos a los flamencos que campan a sus anchas entre las salinas.


Llegamos justo a la Torre del Tamarit para ver la puesta del sol. Esta torre antiguamente sirvió como puesto de vigilancia para identificar los ataques de los piratas berberiscos.


 Con la caída de la noche nos volvemos a Urbanova para cenar, después de haber conocido Santa Pola.

Alicante

Dentro de nuestras vacaciones de verano en Urbanova (un barrio de viviendas turísticas de Alicante, alejado del casco urbano y pegado a la playa), aprovechamos para hacer algo de turismo en la capital de la Costa Blanca. Por la mañana fuimos a la playa y, nada más comer, cogemos el coche y aparcamos en las cercanías de El Corte Inglés. Dando un paseo cruzamos el centro histórico hasta llegar a la Concatedral de San Nicolás de Bari.

Muy cerca se encuentra la Plaza del Ayuntamiento, presidida por el edificio consistorial.

A la plaza le falta alguna fuente central, pero el edificio se presta a sentarse en los bancos y descansar admirando su fachada.
A pocos metros está la Basílica de Santa María, un bonito templo gótico que es la iglesia más antigua de la ciudad.

Su fachada se encuentra en una plazoleta a la que se accede por unas escaleras de subida. Éste es otro sitio para sentarse en los bancos y descansar viendo la magnífica portada. 

Bajamos a la costa y recorremos la bulliciosa Explanada de España.

Tras regresar al coche, intentamos subir al Castillo de Santa Bárbara pero la calle de subida está cerrada. Nos alejamos del centro histórico, a uno de los barrios más modernos, donde está ubicado el restaurante Maestral, en un chalet con jardín donde se ubican las mesas.

La cena consiste en coca alicantina y unas croquetas de entrante, rodaballo y cochinillo de plato principal y tarta de manzana de postre, con unas uvas del Vinalopó invitación de la casa.

La cena está riquísima, y el ambiente es muy agradable. Así que nos retiramos a descansar al apartamento en Urbanova con un muy buen sabor de boca.