Viajes de la parejita

Tras muchos viajes, por fin vamos a visitar en este 2022 Alemania. Nuestro recorrido nos llevará los primeros días por Berlín y los últimos por Hamburgo y las ciudades a su alrededor.

Madrugamos para estar en el aeropuerto de Barajas antes de las 5 de la mañana, y embarcamos sin problemas. El avión nos lleva a una primera escala en Frankfurt, donde llegamos 15 minutos tarde por un retraso en el despegue en Madrid. Como tenemos tiempo de sobra para coger el segundo avión, desayunamos un bretzel (una mezcla de galleta y bollo salado, original de Alemania y que en EEUU se llama pretzel) y un chocolate caliente. Desde Frankfurt volamos sin problemas a Berlín y, al llegar allí, cogemos un tren al centro (estación Alexanderplatz, que tiene pinta que será nuestro eje para desplazarnos por la ciudad) y un metro hasta nuestro hotel. En el hotel nos dicen que hasta las 3 no tienen la habitación disponible, así que dejamos las maletas y salimos a comer.

Para comer cogemos el metro hasta Mauerpark (traducido literalmente, Parque del Muro). En este parque los domingos ponen un mercadillo con puestos de venta de todo tipo de artículos, y también con una parte de puestos de comida de múltiples países. Compramos una thüringer rostbratwurst (una salchicha típica de Turingia) y un cono de patatas y nos vamos a un poyete para comerlo. De vez en cuando caen unas gotas de lluvia y hay un poco de viento racheado, así que se agradece mucho la comida caliente.

Cuando damos buena cuenta de las provisiones, vuelvo a los puestos a reponer alimentos: compro un langos (especie de pizza que habíamos descubierto hace años en Hungría) y un vaso de sahlep (una bebida caliente de origen turco, que a Mery le ha gustado mucho).

Regresamos al hotel y subimos a nuestra habitación. Tras descansar un rato y echarnos una reparadora siesta, salimos a cenar. Queremos ir a un restaurante que hemos visto en varios blogs y tiene muy buena pinta. Está en el barrio medieval, así que nos acercamos a esa zona dando un paseo por los alrededores del Spree, el río que cruza Berlín.

Son las 9 y poco pero muchos restaurantes ya están cerrados o con la cocina cerrando, así que tras dar un paseo hasta Alexanderplatz, acabamos cenando sendos donner kebab en un restaurante de comida rápida de la estación.

Para terminar la jornada cogemos el metro hasta Brandenburg Tor (la Puerta de Brandenburgo). En persona el edificio impresiona, tan grande y en un espacio bastante diáfano que le permite tener el protagonismo total de la escena.

Por último, regresamos al hotel para descansar y coger fuerzas de cara a mañana.