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Nuevo día en Tallinn, nuestro último día en la ciudad. Después de arreglarnos y bajar a desayunar, hemos hecho el check-out y hemos dejado nuestras maletas en recepción. Al salir del hotel nos hemos dirigido a la Torre Epping.
Pero lo que más nos ha gustado (sobre todo a mí) fue poder probar las copias de múltiples armas y armaduras. Julián ha sido más comedido, pero yo me he probado casi todo. El momento más divertido ha sido cuando he querido comprobar como me quedaría la cota de malla. Pesaba tanto que no me la podía poner sola. Me he agachado para que Julián me la pusiera, pero su peso era tal que me ha costado mucho levantarme.
Al salir de la torre nos hemos dirigido a la colina de Toompea. Nos ha sorprendido mucho este rinconcito tan agradable que nos hemos encontrado en el camino.
Hemos subido a la colina por la calle Pikk Jalg (pierna larga en español).
En esta parte se encuentra la ciudad alta. El monumento que más llama la atención es la catedral de Alexander Nevsky, Es la catedral ortodoxa más grande de Estonia y fue construida como símbolo de la dominación rusa sobre los estonios.
Su interior está ricamente decorado con iconos y mosaicos. Nos ha llamado mucho la atención que pongan tantos problemas para hacer fotografías, cuando en San Petersburgo hemos podido hacer todas las que hemos querido en el interior de todas las iglesias.
Adentrándonos en Toompea hemos encontrado la Catedral luterana de Santa María, construida en 1233. Antiguamente era la iglesia de los nobles barones alemanes que dominaban Estonia, Letonia y Lituania. El interior del templo está decorado con los escudos familiares y las tumbas de estos nobles.
Paseando por la parte alta de la ciudad hemos ido a los miradores Paktuli y Kothu, desde donde se pueden contemplar vistas de la ciudad como ésta
Tras disfrutar durante unos minutos de las bellas panorámicas, decidimos volver a la parte baja de la ciudad. Por el camino, entramos en una tiendecita y Julián me regala un precioso anillo de ámbar del Báltico.
Enfrente de la catedral rusa encontramos el castillo danés: fue construido en la época del rey danés Waldemar II (s. XIII), aunque ha sido reconstruido en varias ocasiones. Este castillo tiene dos partes bien diferenciadas: en el lado oeste se conserva la fortaleza medieval de 1224, y en el lado que da a la plaza es un palacio dieciochesco de fachada rosa. En la actualidad este edificio es la sede del Parlamento de Estonia.
El elemento más famoso del complejo es la torre Pikk Hermann, construida en 1371, en la que ondea permanentemente la bandera nacional de Estonia.
Justo bajo esta plaza, entre la colina de Toompea y la ciudad baja, se encuentran los Jardines del Rey Danés. Se dice que aquí acampó Waldemar II con sus tropas antes de conquistar Toompea en 1219.
Una vez vista la ciudad alta hemos bajado por la calle Lühike jalg (pierna corta en español). Esta curiosa calle está dividida por la mitad y ofrece la posibilidad de recorrerla por una rampa o por unas escaleras.
Hoy hemos elegido para comer la terraza del restaurante del hotel Meriton Old Town Garden. La comida ha estado bastante bien. Julián ha repetido con los arenques y de postre hemos vuelto a pedir kama. Las camareras, vestidas con trajes típicos estonios, han sido muy amables y nos han tratado muy bien.
Después de comer hemos paseado una vez más por el centro histórico y hemos vuelto a la Puerta Viru. Aprovechando que hoy no llovía, nos hemos quedado un ratito por la zona.
Y con este paseíto prácticamente nos hemos despedido de la ciudad. Hemos vuelto al hotel a recoger las maletas y hemos salido de la zona amurallada para ir a la parada Linnahall. Allí hemos cogido el tranvía 1, que nos ha llevado hasta la estación de autobuses.
Hemos llegado con bastante antelación, así que nos ha dado tiempo a comprar algo para comer y beber durante el viaje.
A las 5 de la tarde ha salido el autobús que nos llevará a Riga.
El autobús tenía las mismas comodidades que el que nos trajo de San Petersburgo, pero el viaje ha sido bastante peor. Detrás de nosotros se han sentado 4 chicos muy mal educados que nos han hecho el viaje bastante desagradable.
A eso de las 21:30 hemos llegado a Riga. Estaba lloviendo y hemos tenido que ir caminando a las oficinas de la empresa con la que hemos alquilado el apartamento, que está aproximadamente a 1 kilómetro de la estación, porque no hay paradas de transporte público cerca (o al menos nosotros no conocemos ninguna),
La oficina de Designapartments está en Palastas Iela, y hasta allí hemos ido cascaleteando con las maletas mientras la lluvia nos calaba hasta los huesos.
Tras un rato de espera por fin nos reciben, firmamos el contrato y la chica de la oficina nos acompaña hasta nuestro apartamento. Tienen varios por la ciudad, y el nuestro se encuentra en Vecpilsētas Iela, muy céntrico.
Tras dejar nuestras cosas, cambiarnos de ropa y descansar unos minutos, hemos salido a la calle en busca de un supermercado. Hemos encontrado uno de la cadena Rimi en el centro comercial Galerija Centrs, muy cerca del apartamento. Allí hemos comprado comida para toda nuestra estancia en Riga.
Hemos al apartamento a cenar y hemos aprovechado para poner una lavadora con la ropa sucia, que seguro que nos hace falta "reciclar" alguna prenda. Teniendo en cuenta que viajamos con maleta de mano para una semana...
Después de la cena nos hemos acercado a la plaza más céntrica de la ciudad, que está a pocos metros de nuestro alojamiento. Pero hemos decidido salir sin cámaras, solamente a dar un pequeño paseo tranquilamente. La plaza nos ha gustado mucho, mañana haremos muchas fotos.
Pero ahora nos vamos a descansar, que ya es hora.
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