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Hoy solo tenemos la mañana para hacer turismo, puesto que por la tarde hay un cocktail preboda (mañana es la boda del amigo de María por la que hemos venido a Canarias estos días), así que ponemos rumbo a Teror, que es el único pueblo que vamos a ver hoy.
Hay fiestas en el pueblo, suponemos que en honor a la Vírgen del Pino, patrona de la Diócesis de Canarias.
Nos acercamos a la Casa Consistorial.
También vemos desde fuera el Palacio Episcopal.
En la oficina de turismo nos recomiendan ir a la finca de Osorio, nos dicen que está cerca y que se puede ir andando. A mitad de camino nos damos cuenta de que está muy lejos, así que damos la vuelta y decidimos ir en coche al acabar la visita por el pueblo.
Finalmente conseguimos entrar en la Basílica de Nuestra Señora del Pino.
Otro de los rincones de Teror que nos gustan es la escalera de agua de la calle Diputación.
Llegamos con el coche a la puerta de la finca de Osorio, pero no entramos. Ponemos rumbo de nuevo a Las Palmas, donde comemos en La Naval Toledana, el restaurante que pertenece a dos navalucillenses.
Por la tarde-noche, vamos al cocktail preboda, que es justo en el Parque de Santa Catalina, al lado de nuestro hotel.
El sábado tenemos la boda, así que de ese día no hay post turístico, que queda para nuestra última jornada en las Canarias, el domingo.
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