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Ocaña, un tesoro cercano

El sábado pasado realizamos una breve visita a la localidad toledana de Ocaña, una parada en un viaje para asistir a un compromiso familiar.

Teníamos muy poco tiempo, así que visitamos sólo lo que nos pareció mas importante. Por eso esta vez nuestro relato será bastante más breve que los anteriores.

Lo primero que hicimos al bajar del coche fue dirigirnos a la Plaza Mayor, una plaza de traza barroca que se comenzó a construir en 1777 por orden de Carlos III. Su planta es un paralelogramo de 55 x 52,5 metros,  con 18 arcos en los lados mayores y 17 en los lados menores.

Fue declarada Monumento Histórico Artístico Nacional en 1981.




Desde allí, dando un pequeño paseo, llegamos a las afueras del pueblo, donde se encuentra la Fuente Nueva, declarado Monumento Nacional en 1976.



 De estilo herreriano y forma rectangular, se dividide en dos secciones: la fuente propiamente dicha (que podía abastecer a los más de 3000 vecinos censados en Ocaña en esa época, así como a más de 200 molinos de aceite existentes en la villa) y los lavaderos.





Volviendo hacia el casco urbano nos encontramos con la torre de la iglesia de San Martín,  Monumento de Interés Cultural desde 1981. 
Esta torre corresponde a la desaparecida iglesia de San Martín Obispo, del siglo XV. Hoy sólo queda de ella esta impresionante torre de estilo herreriano situada a los pies de la desaparecida iglesia.



Al lado de la torre se conserva la bella portada plateresca que daba acceso al templo.





Cerca de esta torre se encuentra la iglesia de San Juan Bautista, de reminiscencias góticas y mudéjares mezcladas. Es el monumento religioso más valioso de Ocaña, pues al ser una obra de arte del mudéjar toledano de la segunda mitad del siglo XIII, puede contarse junto con las de San Lucas, Santa Eulalia y San Román de Toledo, entre las más antiguas iglesias mudéjares toledanas.




A escasos metros de la iglesia pudimos contemplar el teatro Lope de Vega, antiguo Colegio de la Compañía de Jesús.
El edificio, cuya fundación se remonta a 1558, fue primero un colegio, posteriormente cuartel de caballería, más tarde escuelas públicas y, por último, teatro.



En la actualidad cuenta con un aforo de 604 localidades, un amplísimo escenario y unos soberbios camerinos, dignos de cualquier teatro de una capital.



Como habréis podido comprobar en la foto anterior, coronando uno de sus lados se alza una impresionante torre de estilo mudéjar.



Justo enfrente del teatro se encuentra otro de los monumentos más destacados de la localidad. Se sabe con certeza documental que Ocaña es un pueblo de antiquísima existencia, y que, durante casi toda la Edad Media cristiana, fue una villa con jurisdicción plena.
Ocaña se convirtió en la localidad más poderosa de la orden de Santiago y alzó una picota (o rollo de la justicia) para simbolizar  la confirmación de villazgo de Ocaña. Además, este ejemplar es el más importante en cuanto a rollos y picotas de la región.





Una de mis fotos preferidas de este viaje es esta de la picota y la torre del teatro al fondo.



Iniciando ya nuestro camino de regreso al coche nos encontramos con unos cuantos monumentos más. El primero de ellos fue el palacio de los Cárdenas, declarado Monumento Nacional en 1931.
A finales del siglo XV o principios del XVI el magnate e hijo de Ocaña, Don Diego Gutiérrez de Cárdenas (amigo personal de la Princesa Isabel, confidente de los Reyes Católicos y Comendador Mayor de León en la Orden de Santiago), construyó este palacio de estilo ojival-mudéjar. 
Este palacio fue uno de los más artisticos y espaciosos edificios de Ocaña, habitado frecuentemente por la realeza castellana en sus visitas a Ocaña.

Lo que más destaca de la fachada es su portada gótica.


Al lado del palacio hay uno de los muchos "monumentos" que están en vías de extinción en nuestro país, así que yo quise fotografiarme con él. Al  fin y al cabo, a la gente le encanta hacerlo en Londres, así que... ¿por qué no hacerlo aquí?



El último monumento que visitamos fue el convento de dominicas de Santa Catalina de Siena, de estilo renacentista.


En la calle donde habíamos dejado el coche se encontraba la Casa de la Cultura que, si bien es un edificio moderno, me parecío muy bonito.

Como ya va siendo habitual en estos últimos viajes, no podía faltar una foto mía junto a unas bonitas flores. Estas rosas fueron las elegidas en esta ocasión.


Y ya sí que llegó el momento de marcharnos, porque llevábamos el tiempo bastante justo para llegar a nuestra cita. Pero aunque nuestra visita fue breve, quedamos muy contentos con esta pequeña escapada.


Esperamos que os haya gustado este pequeño resumen y animamos a los que viváis cerca que os acerquéis a conocer esta localidad toledana porque merece la pena (eso sí, con un poquito más de tiempo que nosotros).

Nosotros nos despedimos aquí, pero no os olvidéis de nosotros, que tenemos ya varios viajes planeados para este otoño, así que en no mucho tiempo nos tendréis de nuevo aquí contando nuestras andanzas.

3 Response to "Ocaña, un tesoro cercano"

  1. Anónimo Says:
    28 de septiembre de 2010, 22:53

    Prima ! Me ha gustado mucho tu reportaje ! Hazme visitar España ! Felicitation !!! Sin olvidar a Julian ! Buen asistente ! Buen fotògrafo ! Besitos a los dos.
    Firmado : Tu prima de Francia Chantal. Que yo no soy anònima !

  2. Chuparuedis says:
    29 de septiembre de 2010, 19:09

    Con la de veces que he cruzado Ocaña en bici y hay que ver lo que tiene si te fijas en algo mas que en ladrillos viejos,... XD

  3. Anónimo Says:
    21 de enero de 2019, 23:15

    Hola:

    Acabo de topar con vuestro blog. Me alegro que os gustara Ocaña y os agradezco lo que aquí publicáis.

    Si me lo permitís, os recomiendo que vengáis en Semana Santa. No os vais a arrepentir. Hay procesiones todos los días y algunas son realmente espectaculares. Verdaderas muestras de penitencia el Jueves Santo por la noche y escenificación de la Pasión con imágenes articuladas el Viernes Santo por la mañana donde, además, se muestran unas armaduras medievales que ya quisieran tener muchas ciudades en su patrimonio.

    Lo dicho, si podéis acercaros. Y si lo hacéis y lo veis procedente, publicad vuestras impresiones.

    Un saludo.

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