Viajes de la parejita

El siguiente fin de semana al viaje a Murcia, hicimos un trueque de familias y nos fuimos a Navarredonda a pasar otro de los fines de semana de agosto, concretamente el 7, 8 y 9. El sábado fuimos a Candelario, bonito pueblo de la Serranía de Béjar.

Empezamos a recorrer el pueblo en los alrededores de la ermita del Santísimo Cristo del Refugio. Allí ya pudimos ver una de las características de las casas locales: las batipuertas, colocadas delante de las puertas para permitir tener las puertas abiertas pero que no se colaran animales dentro.

Aquí podemos ver una fuente rodeada de las típicas regaderas, canalillos con agua cristalina recogida de los neveros de la sierra, y que se pueden ver en la gran mayoría de las calles del pueblo.

En Candelario la arquitectura local parece haberse detenido en el tiempo.



La parejita disfrutó de todos los rincones, y nos detuvimos en todos los lugares que nos resultaron bonitos o pintorescos.



Como se puede ver, el pueblo no tiene nada que envidiar a La Alberca en cuanto al mantenimiento de la tradición serrana y la belleza de sus casas, pero no tiene la masificación y el predominio del turismo que se encuentra en La Alberca.



Tras visitar la iglesia parroquial (que estaba siendo acondicionada para la celebración al día siguiente de una boda típica, tal como se realizaba antiguamente) y ver por fuera el Ayuntamiento, acabamos en el punto inicial, la plaza de la ermita.